Hoy, al entrar en la red social tuenti, me ha aparecido un anuncio que me ha llamado mucho la atención decía así: “Protejamos a nuestro profesores” y estaba patrocinado por la Comunidad de Madrid. Me he puesto a investigar y he encontrado la siguiente información.
La iniciativa de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de aprobar la «Ley de Autoridad del Profesor» ha abierto un encendido debate, aunque todos los sectores educativos coinciden en la necesidad del reconocimiento legal de la autoridad del profesor y en su dignificación social.
Se trata de que los docentes no se vean indefensos ante el acoso y la violencia de los alumnos o de sus padres y de que los delitos contra ellos pueden ser considerados como atentado contra la autoridad. Una ley al respecto constituiría también un refuerzo moral para un profesorado excesivamente desmoralizado.
Pero: ¿Qué ocurre en nuestro entorno?
Me he puesto a investigar y he encontrado la siguiente información correspondiente a varios países:
Gran bretaña:
Una agresión a un maestro se equipara con un delito contra un agente del orden. Un padre con malos modales puede ser multado hasta con 575 euros. Se producen 250 agresiones a docentes cada año en las escuelas.
Francia:
Los menores pueden sufrir penas de cárcel por agredir a un profesor.
Hay parejas o patrullas de policías en las propias escuelas y sus inmediaciones para vigilar a la convivencia. El diálogo entre padres, policías, jueces y docentes no siempre da resultados.
Italia:
Los alumnos se ponen en pie cuando el profesor entra en el aula.
Los maestros no sufren el fenómeno de la indisciplina que se vive en otros países.
El mayor problema está en la integración de los estudiantes inmigrantes.
Centroeuropa:
Los docentes y los alumnos se tratan de usted. Los segundos saludan siempre o se levantan cuando entran en clase los primeros. El profesor espera de los estudiantes un amplio grado de debate e intervención en las clases frente al estilo unidireccional. Las familias rotas perturban la vida escolar.
Países nórdicos:
Los profesores pueden confiscar cualquier objeto, desde gorras a móviles. Está prohibido masticar chicles, caramelos, chillar e insultar. Los padres son avisados por SMS si su hijo hace novillos o se porta mal.
Según la Revista de investigación de Psicología de la salud (Universidad de alicante 2009), uno de cada cuatro profesores, se ha sentido víctima de agresiones, es decir, afirman que han estado sometidos a un continuo y deliberado maltrato verbal y modal por parte de otro u otros, quienes se comportan cruelmente con ellos, con vistas a lograr sus aniquilaciones psicológicas y conseguir sus salidas de la organización laboral.
Participaron en el estudio, a través de una encuesta, 252 profesores, entre los que se encontraban, en una muestra representativa, catedráticos, titulares, ayudantes y asociados. De todos ellos, el 22,6 por ciento aseguró haberse sentido acosado laboralmente durante el último año, según los datos a los que ha tenido acceso este diario.
Desde mi punto de vista, creo que es necesario, poner más medios para proteger la figura del profesor ante las distintas agresiones. La mejor imagen de mi pequeña investigación se la lleva los Países Nórdicos, creo que el sistema de educación y protección que tienen es el mejor del mundo y también es la imagen que deben de seguir el resto de países para conseguir una educación plena.
Yeah!
ResponderEliminarAún así, el respeto no se puede dictaminar. Eso de que se levanten o traten de usted no significa nada.
Lo importante es concienciar, no sólo a los alumnos, sino a la sociedad, de que la actitud de respeto es lo mínimo que se merece toda persona.
pd: Legalizaría las decapitaciones de alumnos problematicos, xD